El éxito en unas oposiciones depende de cómo te organices, es la suma de la planificación, dosificación, disciplina y constancia. La motivación, fundamental para poder aguantar todo el sacrificio que supone preparar una oposición y sola, sin esfuerzo, es igual a nada. El estudio es lo que nos hace funcionarios, pero claro, estudiar sin motivación es imposible. Ambos conceptos se necesitan, se retroalimentan el uno al otro. Por obvio que pueda parecer, preparar oposiciones no empieza por estudiar. Preparar oposiciones es una carrera de resistencia, no vale la velocidad, sólo la constancia, la organización. Una vez que escogemos la oposición a la que deseamos presentarnos hay que dar pasos seguros antes de ponernos a estudiar, claves que pueden definir el éxito o el fracaso en nuestro propósito, no consiste en aprobar, si nos lo permites, sería un objetivo muy pobre, sino en conseguir una plaza.
Los pasos que conforman el plan de acción que recomendamos llevar a cabo son los que siguen, porque en estos casos, la disciplina vence a la inteligencia.
Cada uno tendrá sus propias motivaciones pero es un ejercicio que hay que asumir cuanto antes, incluso si eres interino, pues la plaza que ocupas, saldrá a concurso y con ella peligra la arquitectura de tu vida, precisas obtener una puntuación mínima para mantener tu puesto de trabajo actual. Además, puede suceder que lleves años sin el hábito de estudio que requiere una OPE, tengas turnos en tu hospital, tu familia, tu casa, amigos, ocio… pues todo sigue girando.
El comienzo del estudio no puede producirse hasta que no tengamos acondicionado el lugar. Ese cuarto de estudio que se convertirá en nuestro pequeño mundo que nos promete un futuro seguro. Debe ser amplio para poner libros y notas, limpio para tomar apuntes derivados de las dudas que puedan ir surgiendo y sobre todo luminoso, lo menos ruidoso posible y disponer de una silla cómoda pero no demasiado. Hay que comprar material, entre ellos, bolígrafos, rotuladores, cuaderno o fichas para resúmenes, folios… y un tablón de corcho, magnético o similar. El tablón es la clave de la organización y la planificación, va a ser nuestra guía para preparar las oposiciones, donde marcaremos los tiempos y objetivos de estudio, un mapa que nos permita ver los puntos débiles a trabajar y los puntos fuertes a reforzar. Además, colgaremos una planificación con fechas para superar temas, simulacros de exámenes y fechas de repasos.
Trata de deshacerte de todas las distracciones de tu mesa como el móvil, libros que no sean de estudio… En definitiva, cada persona tiene sus “manías”, piensa en lo que a ti te funciona y reorganiza tu espacio.
Para empezar a estudiar debemos tomarnos las oposiciones como un empleo. No se trata de actuar como monjes de clausura, pues si te lo tomas así, estás perdido; en 6 u 8 meses te habrás saturado y no rendirás o querrás abandonar. Debes tener claro que más horas de estudio no es equivalente a más rendimiento. Por eso, date suficiente tiempo para estudiar. Estudiar una OPE te requerirá ordenar tu gestión del tiempo, establecer un calendario y organizar el estudio en consecuencia.
Es posible que desees invertir en algunos temas más tiempo de estudio que en otros. Haz un calendario idóneo para encontrar un equilibrio con el que te sientas cómoda. Para ello, calcula de este modo el tiempo necesario de estudio de tu OPE de enfermería:
Sea como sea, cuanto antes comiences, mejor, antes se crea el hábito necesario. Leer es lo más idóneo, estudiar sin presión y hacerlo durante un tiempo mínimo de dos horas diarias. Continuaremos a los dos meses a preparar las oposiciones cuatro horas con algún descanso de cinco minutos cada hora. De este modo, nos acostumbramos al ritmo, poco a poco. A los tres meses, ampliamos a cinco horas y al cuarto mes a seis. Al sexto mes, ocho horas. Estos serían los tiempos mínimos en función de tus posibilidades y capacidades. Eso sí, jornada de lunes a viernes, los fines de semana los reservamos para simulacros y repasos y horas extras cuando se vaya acercando la oposición. Evidentemente quienes trabajan mientras preparan la OPE, deberán priorizar y adaptarse a sus tiempos, no podemos exigir más, ni tú, tampoco deberías.
Además, hay que distribuir el tiempo total que disponemos, marcando claramente las horas de estudio de cada tema o bloque de temas. Una vez marcado el calendario, como no, a colgarlo en el tablón.
Recomendamos comiences antes de que se convoque la OPE, verdadero objetivo para ti, revises la vigencia de los cursos que hiciste y hagas nuevos pues incluso en ocasiones amplían el número de horas, mires si puedes realizar master y expertos universitarios que en muchas OPE puntúan en apartado diferente a los cursos, publicaciones, congresos, etc.
Debes, en función de tu situación personal y profesional, calcular cuántas horas al día puedes estudiar, qué horas son las mejores, con qué tipo de material te sientes más cómodo, qué técnica de estudio y resolución de exámenes vas a emplear… Y muy importante, mira el temario que mejor se adapta a todo ello.
Es un buen momento para incluso presentarte a OPEs de otras CCAA aunque no hayas estudiado, lo recomendamos, pues el temario común suele sufrir pocas variaciones o ninguna entre CCAA, sólo la parte específica varía, excepto los temas de la Constitución.
No confundas: Si aún no ha salido tu OPE, no implica que no puedas planificar. Desde nuestro punto de vista es una ventaja a aprovechar pero hay que tener pleno convencimiento y disciplina, aunque hay quien funciona mejor bajo presión. Según la ley, no debería de pasar más de tres años, desde que se publican hasta que se resuelven. A modo de caso real el pasado año se rumoreaba que no iban a convocar oposiciones y un amigo estaba convencido que sí se realizarían y comenzó a preparar el temario y a estudiar 8 horas diarias excepto los fines de semana. Transcurridos 8 meses, se convocaron con fecha de examen a 4 meses vista. Cuando todo el mundo empezó a prepararlas, él estaba repasando; sacó plaza con el puesto 5 de su CCAA.
En cambio, como el caso anterior, si ya fue convocada tenemos un tiempo más limitado cuando la planificación cobra más relevancia y es esencial disponer de técnicas de estudio adecuadas y ser más constantes.
Para ello debes tener en cuenta:
Evidentemente depende de cada caso y de cada uno de vosotros pero, consideramos que dos o tres personas, suele funcionar mejor que una sola. No se trata de estudiar juntos a la misma hora y en el mismo sitio, sino tener un pequeño grupo para cuando lleguen las horas bajas, los temas de mayor dificultad, los imprevistos no calculados… y eso se resuelve mejor teniendo a quien recurrir.
Cuando preparas oposiciones, sobre todo si dispones de tiempo, tienes la tentación por ampliar la información de los temas. Recomendamos no hagas esto pues es imposible saberlo todo de todo, controlarlo todo de todo es utópico, además te perderás en la búsqueda en lugar de dedicarte a estudiar. Lo idea es que te prepares tu propio material e internet te aportará recursos productivos como esquemas, resúmenes, algoritmos, infografías, exámenes, simulacros…
Hay quien defiende que se puede aprobar “solo haciendo test y sin estudiar el temario”. Sinceramente, hacer test es esencial y ayuda, qué duda cabe, pero no creo esta leyenda ni conozco a nadie que haya obtenido plaza así y mucho menos sacar buena nota para elegir plaza o especialidad. Te juegas demasiado para jugar a la lotería.
Para ello deberemos tener en cuenta las bases de la OPE, pues no son iguales para todas las CCAA.
Se trata de unas pruebas que hay que pasar para trabajar para la Administración.
Cada cierto tiempo, en las distintas CCAA o a nivel del Estado ofrece una serie de plazas para cubrir las bajas que se van produciendo por jubilación, por apertura de servicios nuevos, etc. y que hasta ese momento, estaban cubiertas por eventuales o interinos. Por ley, como máximo deberían convocarse cada tres años.
Se publica un temario relacionado directamente con la categoría profesional a la que te quieras presentar y posteriormente, hay que examinarse y aprobar primero y antes de nada, para poder continuar en el proceso.
Si no es así, no sigues en el proceso. Aun puede ser peor, porque hay CCAA como Canarias (no en todas, como Andalucía, donde si se aprueba la OPE sin plaza, se da un punto, pero si no apruebas no te quedas fuera, solo que no sumas este punto) donde las listas de empleo o las conocidas bolsas de trabajo, van vinculadas a la OPE. Y a pesar de los cursos que tuvieses en este momento o de la antigüedad que hayas acumulado, tendrás miles de personas que aprobaron el examen, aunque no cogieran plaza que te sobrepasarán en los listados.
Elegir un buen temario posiblemente sea una de las tareas que más tiempo nos lleven a la hora de preparar nuestros materiales considerando que una valiosa inversión de ganancia de tiempo posterior. Sí que os recomendamos que una vez elegido estudies solo por este.
Podemos optar por aquel temario que lo traiga todo, aunque no lo recomendamos, pues te obligará continuamente a resumir los temas, y con ello gastar tiempo extra en eso, es por ello que creemos no es lo mejor.
Cada grupo de temas de estudio, va a necesitar técnicas de estudio específicas y éstas nos van a hacer ir mucho más rápidos y seguros para lograr nuestro objetivo.
La técnica de estudio que adoptes es la palanca que te permitirá aprenderte gran cantidad de información en muy poco tiempo y, sobre todo, recordarla. Por tanto, invertir un tiempo en conocerla y practicarla será fundamental. Cada punto llevará al siguiente, de ahí derivarán los demás.
Después de tener la planificación colgada en el corcho empieza lo duro, y lo que va a darte la parte más importante de garantía de consecución del objetivo: Estudiar.
Deberemos tener en cuenta:
Primero sería el orden en que empezamos a leer un tema. Cuando por fin tenemos todo el temario, hay que sentarse a leer tranquilamente.
Un buen subrayado de los temas, te permitirá condensar muchísima información en muy poco espacio; ventajas:
Actualmente se usan mucho los iconos, para casi todo debido a que es una maravillosa forma de usar nuestro cerebro derecho. El objetivo principal es representar una idea, una palabra, un órgano del cuerpo… simbólicamente.
Para ello no es necesario saber dibujar. Tan solo, hacer algunos trazos que activen tu zona derecha del cerebro. Los iconos, rápidos y fáciles de realizar, pueden ser de tu propia creación, te servirán para ilustrar tus mapas mentales y esquemas posteriores.
Supone el primer esfuerzo real donde se aclara el volumen del temario, es un trabajo arduo pero agradecido.
Hacer esquemas nos refuerza ya que nos ayuda a recordar palabras e ideas clave con relativa facilidad. Estos diagramas y flujos de información serán de gran utilidad, mayor cuanto más cerca está el examen.
El gran problema suele llegar en la fase de la memorización, pues vas siendo consciente que es complicado aprenderse todo el temario, parece que no avanzas como te gustaría y te desesperas por momentos, aunque es cuestión de tiempo. Muchos antes lo estudiaron y ahora tienen su plaza. Es el periodo más duro de una oposición, el de mayor sacrificio, pero no lo olvides, la constancia es la clave del éxito. Para esta fase las técnicas nemotécnicas que pueden sernos de utilidad. También hay que ser consciente que algunas son más eficaces que otras, y sólo son una forma de allanarnos el camino. No debes perder el eje de tu motivación, es más, todo aquello por lo que has decidido ser opositor te ayudará en el sacrificio y el ritmo frenético de unas oposiciones.
Para un opositor, una parte fundamental del estudio siempre serán los repasos. Si no queremos olvidar todo lo estudiado, debemos marcarnos un repaso equilibrado con el estudio. Cada tema repasado es un paso adelante. El tiempo dedicado a esto debe aumentar progresivamente ya que cada día se tienen menos temas por estudiar pero más temas que repasar. Cada día nos queda menos para alcanzar nuestro objetivo. Aquí, nuestra autoestima se reactiva. Para todo opositor, el repaso final es duro. Son muchas horas, aquí puede que hasta fines de semana completos. Los exámenes están cerca, pero llega el fin, y hay que redoblar esfuerzos.
Consideramos que para realizar un examen tipo test con buen resultado, no basta con tener muchos conocimientos, sino que además hay que conocer algunas técnicas de resolución de este tipo de exámenes, y hasta el momento este tipo de pruebas se resuelven así. Algunas de las técnicas de resolución de este tipo de exámenes ayudan a acertar preguntas aunque no conozcamos el resultado.
Antes de nada, debes saber los principales motivos por los que se falla una pregunta en un examen de tipo test:
Evidentemente todos los motivos son subsanables pero, en todos excepto el último que precisa estudio únicamente, os aportamos una serie de recomendaciones muy útiles para que apliquéis en los test:
Las meningitis abacterianas están caracterizadas por:
El enunciado nos indica que las meningitis a las que se refieren son las a-bacterianas, por lo tanto nos están diciendo que la causa de la meningitis no es una bacteria, lógicamente, será un virus. Correcta, la opción “d”.
Indicar lo falso respecto a la artrosis:
Este tipo de preguntas son muy fáciles de responder, en este caso han usado un distractor en el enunciado (falso) para despistarnos. En medicina no existe el siempre, ni el nunca. La elegida es la opción “a”.
Indicar lo correcto respecto de la criptorquidia:
Puede que no sepamos sobre esta patología, pero sí que las dos primeras opciones son ciertas, o al menos lo parecen. Por tanto, la solución es la “d”.
En el estómago no se produce…
En estas preguntas, debemos buscar aquella respuesta que no esté relacionada, con el aparato u órgano sobre el que están preguntando. En este caso, la insulina (opción “c”) no tiene relación con el aparato digestivo.
¿A qué grupo sanguíneo consideramos el donante universal?
Como puedes ver, hay dos respuestas que se contradicen. En estos casos, la respuesta es una de las dos. Podemos dudar si es “a” o “d”. Para no dudar, en este caso y otros similares, puedes emplear reglas nemotécnicas a la vez que estudias y de este modo fijar conceptos de cara al examen test.
Según la procedencia del germen, la infección puede ser:
En este caso nos preguntan sobre la procedencia, la única respuesta que nos dice de dónde viene el germen es la “c”, pues o proceden de dentro o de fuera, no hay otra…
¿Cuál es la cantidad de orina producida normalmente por un adulto en un día (24 horas)?
Entre 1 y 1,5 litros, es una cantidad intermedia entre 0.5 y más de 2 litros.
En la rodilla se encuentra…
Observamos que la respuesta más completa es la “c”.
Ahora te pondré unos ejemplos de preguntas, que suelen salir en los test y que se pueden resolver “usando el sentido común”.
¿Cuál es la primera causa de muerte en la época preescolar?
Podemos deducir fácilmente que es la “d”.
Para los profesionales en general, pero especialmente para quienes trabajamos en Ciencias de la Salud, el vocabulario es convierte en parte esencial de los mismos, más aún de cara a los test. Hay listas y glosarios con términos que deberías repasar.
¿Para qué sirve un antipirético?
La “c” es la correcta si sabemos que el prefijo piro es fuego o ardor.
Para estos simulacros fija un día del mes, inicialmente, y conforme avanzas en el estudio hazlos quincenales y semanales al final y, sobre todo, márcalo en la planificación del tablón. Lo más importante a la hora de organizarnos con ellos es ser realistas y flexibles. Es necesario ser equilibrados, los excesos suelen jugar malas pasadas en la vida pero sobre todo, a los opositores.
Tal vez puedas pensar que haciendo simulacros, preparas tu OPE, pero cuando llega el día del examen de verdad, intervienen otros condicionantes y factores que alteran el escenario que creías bueno. ¿Dónde está la diferencia?
Como nuestro objetivo es no solo aprobar la OPE sino además obtener buena nota, tendremos que realizar muchos simulacros antes del examen y hacerlos en las condiciones más similares al escenario del día de la OPE. Por tanto:
Una cuestión realmente importante del simulacro, tanto o más que éste, viene justo al terminar el mismo.
Los simulacros valen de poso si, tras terminarlos en las condiciones descritas, no tomas un tiempo en analizarlos. Y este es un error enorme de muchos opositores, pues si no analizas los resultados, pregunta a pregunta, no te servirá de nada.
Hay quien no repasa las acertadas pero nosotros recomendamos que durante el simulacro marques con un icono que tú reconozcas, aquellas que has respondido con duda, para volver a mirarlas posteriormente y confirmar o no, tu conocimiento sobre esa pregunta. Además, en estas preguntas acertadas, volverás a repasar y fijar conceptos.
Nuestra recomendación es ir creando una base propia de preguntas erróneas en los simulacros para, una vez al mes, hacer un simulacro con estas, porque si no, siempre acertarás las mismas preguntas y siempre fallarás las mismas…
Por tanto, esperamos haberte dejado claro que hacer test y más test, sin más, no sirve para gran cosa. Sería muy sencillo aprobar una OPE y encima con buena nota, ¿no crees? Mejor poco y bueno que mucho y malo. Mejor menos test pero analizarlos al detalle.
Hay estudios que señalan que la nota de la OPE depende de 4 factores:
Sin estudio no hay diferencia, y por tanto, no se consigue el objetivo.