Aquellos exámenes cuyo objetivo es conseguir una plaza en la administración pública se conocen como oposición aunque debes tener en cuenta que existen muchas variables dependiendo de factores diversos.
Se trata de unas pruebas entre las que se incluyen exámenes teóricos de desarrollo, tipo test e incluso orales. Hay que añadir test psicotécnicos o de personalidad, y pruebas físicas y entrevistas personales dependiendo del puesto. Cualquier persona que cumpla los requisitos de la convocatoria puede presentarse a ella. Gracias a esas pruebas se determina la capacidad que tienen los aspirantes para cumplir con el cargo. Se establece un orden de entrada al puesto de trabajo dependiendo de la puntuación obtenida.
Hay ocasiones en las que no solo se celebran pruebas similares a las de las oposiciones, cuyas características principales hemos expuesto en el punto anterior. Otros factores son determinantes para elegir a la persona o personas que van a ocupar los puestos que se ofrecen. Estos factores añadidos se conocen como méritos e incluyen la experiencia en el puesto de trabajo. Resulta relevante la formación añadida que se haya obtenido. Hablamos, por ejemplo, de la asistencia y participación como ponente en congresos, jornadas, seminarios, los títulos académicos que completen esa formación…
Estos méritos solo se añaden a partir de una nota de corte de los exámenes previos. Solo aquellos que los aprueben (según los criterios del tribunal) podrán añadir los méritos a su calificación para poder optar. El concurso oposición es muy habitual en sanidad y en educación primaria y secundaria.
Evidentemente, es importante enterarse cuanto antes de las próximas convocatorias de las oposiciones, así, podrás ponerte a estudiar cuanto antes y decidir si vas a preparar las oposiciones en una academia, con un preparador o por libre. Por fin sabrás si necesitarás invertir dinero en hacerlo o tienes la alternativa de contar con los recursos necesarios.
Existen varias vías para enterarte de todas las convocatorias de trabajo público que existen en las distintas administraciones. Está el método presencial (yendo a los propios centros), o aún mejor, eficiente y más rápido, a través de Internet.
Consulta de manera periódica webs especializadas en la búsqueda de convocatorias. Algún ejemplo de ellas son Busca Oposiciones, Oposiciones.de, Opositor.com, Opobusca o Empleo Público. Las webs de las propias Consejerías de Salud, Social o Educación tienen espacios que permiten suscribirse y consultar las convocatorias propias que realizan (que veremos en el punto siguiente). Eso sí, si haces una búsqueda en Google de convocatorias, encontrarás muchas fuentes más. En estos sitios se te permite filtrar las pruebas en un ámbito europeo, nacional, autonómico, provincial o incluso local. También podrás hacerlo según tus intereses laborales, tu nivel formativo u otros parámetros que consideres.
Los buscadores de empleo online como Infojobs incluyen apartados para buscar convocatorias de oposiciones según la zona o la materia. Te recomendamos crees tu propia alerta personalizada para no tener que consultarlo a diario.
¿Tienes interés en presentarte a las oposiciones de un área en concreto (Justicia, Sanidad, Policía Nacional, etc.)? Consulta la web del Ministerio o Consejería correspondiente. Es la fuente más completa. De hecho, es desde donde se convocan. Incluye los temarios y toda la información necesaria. Infórmate sobre fechas, temarios, tasas, tipos de pruebas que se van a incluir en la convocatoria y todo lo que necesites.
Acude también al servicio BOE a la Carta de la web del Boletín Oficial del Estado (BOE). Te permite crear alertas personalizadas para saber cuándo se convocarán las oposiciones que más te interesan. Ten en cuenta que es la fuente más fiable porque las oposiciones se convocan cuando salen publicadas allí. Puedes registrarte a través de tu cuenta de Facebook, Twitter y Google. Configura los avisos según la región en la que quieras presentarte a la oposición.
Ten en cuenta que no es solo un examen, sino que se trata de lo que será tu futura profesión. Si logras tu objetivo y consigues la plaza, estarás muchos años de tu vida trabajando en ello, muchas horas al día. Así que, asegúrate de que te gusta la labor que vas a desempeñar y en las condiciones que la llevarás a cabo. Realiza una autoevaluación de tu potencial para encontrar esa profesión que mejor va contigo.
Son muchos los que caen en el error de presentarse a oposiciones con una categoría inferior a los estudios que ya han cursado, piensan que así será más fácil conseguir la plaza. Pero has de pensar que la preparación es inversamente proporcional al número de personas que se presentan al examen. Es decir, a menos estudios, mayor competencia. Además, piensa en la frustración que te acarreará desempeñar tareas que no se corresponden con tus estudios por ser inferiores. Para poder desarrollarse a nivel profesional debes elegir una oposición que vaya acorde a tus estudios.
Seguramente, haya personas de tu alrededor que te recomiendan preparar oposiciones para así obtener un sueldo fijo. Pero al igual que te explicábamos en el punto anterior, opositar es muy duro, deberás estar convencido de ello para no caer en la desesperación y tu motivación debe tener un ancla más sólida que la únicamente la económica. Piensa si estás preparado para estudiarlas y si una vez que las saques, es lo que te gusta hacer.
Ya hemos explicado cómo encontrar las convocatorias de oposiciones y cómo saber los requisitos que se piden dentro del proceso. Tendrás que saber si cumples con todos ellos para poder presentarte. Si no es así, analiza si podrás conseguir la formación y el resto de requisitos antes de que sea el examen, así como no ir en desventaja respecto al resto de candidatos que se presentarán.
También deberás saber si te dará tiempo a preparar de manera correcta el proceso selectivo. Es muy importante que antes de encerrarte a estudiar compruebes todo eso.
Un buen indicador para saber si puedes superar la oposición es saber cuántas personas se presentan por cada plaza ofertada. Hay muchas convocatorias masivas en las que tendrás que enfrentarte a auténticos profesionales de opositar y puede que sea bastante complicado superarles. Si apuestas por aquellas más especializadas en las que hay un ratio mejor entre plazas y aspirantes, tendrás más opciones.
Comprueba también el lugar en el que se ubicará tu centro de trabajo. Tal vez saques la plaza y tengas que cambiar de domicilio para poder ir a trabajar a diario. ¿Y si tienes que conducir durante muchos kilómetros o incluso tener que cambiar de domicilio familiar? También es relevante que valores si el salario que ofrecen cumple con tus expectativas.
Aunque te parezca que no es importante, saber cada cuánto tiempo se convoca la oposición sí lo es. Conocer cuántas plazas suelen salir o el número de aspirantes que suelen optar a las convocatorias te facilitará estudiar. Si se convoca con cierta periodicidad, siempre podrás esperar a la siguiente, en caso de que no te veas preparado, aunque en este caso te recomendamos te presentes, te servirá de experiencia. También es una buena idea informarse para saber si hay oposiciones con un temario similar y de este modo podrás presentarte a más exámenes con el mismo estudio.
Ten en cuenta que preparar una oposición exige mucho. Valora si posees tiempo para hacerlo según tu trabajo, tus obligaciones familiares... Estudia todo aquello que influya en que le puedas dedicar las horas de estudio precisas.
Los gobiernos acostumbran, sobre todo, cerca de las elecciones, convocar oposiciones en las que se ofertan muchas plazas, lo cual no siempre significa facilidad para acceder a ellas, pues se presentarán muchas personas, por lo que alcanzar tu objetivo será realmente complicado.
Si te decides por participar en una de esas convocatorias, que sea porque has seguido los puntos comentados y asegúrate que el trabajo que se oferta es el adecuado para ti.
Pasa en no pocas ocasiones. Después de haber dedicado horas, semanas o incluso meses al estudio el opositor abandona su objetivo, sobre todo en las grandes exigencias del temario o en un proceso farragoso recae la culpa. Una vez tomes la decisión de preparar una oposición, sigue en ello aunque las fuerzas te flaqueen. Organízate bien y llévala lo mejor preparada que puedas.
Una vez que has superado el examen y has logrado tu plaza, hay trabajos que te permiten mejorar tu carrera profesional. Siempre podrás realizar más exámenes para optar a puestos de trabajo con más responsabilidades, con una retribución superior y sobre todo con una presión mucho menor.
En otras ocasiones, te toca esperar a saber si la plaza es tuya, pero no siempre es así. Existen oposiciones con bolsa de trabajo en las que además de la nota del examen, hay que añadir méritos. Gracias a ella se van cubriendo las sustituciones a lo largo del año. De este tipo son las de Educación o Sanidad. Y aunque las oposiciones que has aprobado te den derecho a plaza, hay que tener en cuenta otro aspecto: el destino puede depender de la nota que hayas sacado. Tal vez debas seguir estudiando para poder completar las pruebas.
La respuesta no es evasiva, pero depende. Seamos realistas, comenzar a opositar supone tiempo y dinero.
El tiempo necesario para superar un proceso selectivo va a depender en gran medida del contenido y volumen del temario, el tipo de exámenes, o la disponibilidad que tenga el aspirante para el estudio. Teniendo esto en cuenta y sin ánimo de generalizar, entre nueve meses y un año es el mínimo que se requiere para preparar una oposición para acceder a puestos para los que se exige una titulación de bachillerato. Y en torno a un mínimo de dieciocho meses o dos años para plazas dirigidas a diplomados y licenciados.
El coste económico también varía mucho según el tipo de oposición y depende de si el candidato decide acudir a un centro para preparar los exámenes, tener un preparador, bien sea online o presencial; o por el contrario, se limita a comprar el temario y estudiar por su cuenta. Existe la posibilidad de que los opositores realicen cursos parciales sobre materias específicas en lugar de matricularse en una academia para estudiar el temario completo. Así, en promedio, preparar una oposición para puestos auxiliares cuesta al menos unos 1.000 y 3.500 euros para puestos superiores.